Aumentar la concienciación de los pacientes sobre los opioides y la depresión respiratoria.
El 30 % de los pacientes encuestados a quienes se les recetaron opioides en los últimos 3 años no sabían que los estaban tomando.1
Todos los opioides pueden provocar depresión respiratoria. Y los opioides que se prescriben, incluso cuando se toman exactamente según lo indicado en la receta, no son ninguna excepción. De hecho, la mayoría de los pacientes desconoce por completo los riesgos graves e impredecibles de estos medicamentos. Informar a los pacientes acerca de los efectos secundarios negativos de los opioides es un modo de mejorar la concienciación sobre el problema y reducir el riesgo de fallo respiratorio.
Iniciar la conversación adecuada
Utilice estos temas de debate para hablar con sus pacientes acerca de los efectos secundarios impredecibles derivados de la prescripción de opioides y el riesgo de sufrir depresión respiratoria.
“El mismo fármaco que mitiga el dolor que padeces puede hacer que tu respiración sea más lenta o incluso que dejes de respirar”.
Los opioides, como morfina, codeína, oxicodona e hidrocodona, son fármacos muy eficaces en el tratamiento del dolor extremo. Sin embargo, también pueden provocar que la respiración se ralentice o se detenga, lo que se conoce como "depresión respiratoria". Esto sucede cuando el cuerpo no es capaz de procesar el opioide de forma adecuada. Si no se detecta a tiempo, la depresión respiratoria puede provocar infartos, daño cerebral o la muerte.
“La depresión respiratoria sucede mientras duerme”.
Cuando duerme, la respiración es más relajada y los niveles de oxígeno del cuerpo son ligeramente más bajos. Los opioides funcionan al unirse a los receptores del cerebro que bloquean las señales de dolor y calman el cuerpo, pero también pueden bloquear los recetores del cerebro que le indican al cuerpo que debe respirar. Esto puede hacer que la respiración sea poco profunda o incluso que se detenga. Por eso, es complicado distinguir una crisis por opioide de un sueño apacible.
“La falta de oxígeno, aunque solo sea durante 3-5 minutos, puede provocar derrames cerebrales, infartos y daños cerebrales permanentes, e incluso la muerte”.
Las neuronas necesitan un flujo constante de oxígeno para su normal funcionamiento. Sin ello, comienzan a morir y el cuerpo se apaga. Esta condición, potencialmente mortal, se denomina "hipoxia cerebral" y puede causar daños irreversibles, como paro cardíaco, daño cerebral y muerte. Por esto es tan importante la intervención precoz. Hay que aprender a detectar la depresión respiratoria y contar con alguien de confianza capaz de ayudar en una situación de emergencia.
Los opioides pueden provocar depresión respiratoria en pacientes en procesos postoperatorios, con cuadros de enfermedad aguda o crónica, incluso cuando se administran exactamente como se indica en la receta.
Muertes por sobredosis relacionadas con opioides en el país, cifras de todas las edades, por sexo, 1999-2019
En EE. UU. el número de personas que mueren por sobredosis ha aumentado un 120 % entre 2010 y 2018.3
Referencias:
National Safety Council. Prescription opioid pain killer public opinion poll. Octubre de 2017.
Ontario Drug Policy Research Network. “Opioid Mortality Surveillance Report”, Public Health Ontario, 2019, p. 33, www.publichealthontario.ca/-/media/documents/O/2019/opioid-mortality-surveillance-report.pdf?la=en.
Wide-ranging online data for epidemiologic research (WONDER). Atlanta, GA: CDC, National Center for Health Statistics; 2020.
PLCO-005344/PLM-13424A-1021 EN PLM-13256A